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lunes, 10 de diciembre de 2012

Estereotipos de género

Los estereotipos de género son formas de ubicar a la gente bajo una lista de características de acuerdo con su sexo.
En la sociedad es muy común encontrar estereotipos para cada uno de los sexos, es decir, agrupar a la gente bajo un listado de características según sean hombres o mujeres.
Con el tiempo los estereotipos se naturalizan, es decir se asumen como verdades absolutas respecto a cómo son los hombres y cómo son las mujeres. Con frecuencia se olvida cuestionar estos roles asignados y no se hace nada para cambiarlos.
El niño o la niña al nacer, es un ser indiferenciado, sin identidad personal, no distingue su propio yo de aquello que le rodea, será mediante la interacción con el medio como adquiera su propia identidad personal. 


Antes del año y medio:

Manifiestan preferencias según su sexo: reconocimiento de la existencia de dos tipos de vestidos, adornos, actividades, juguetes...

Desde el año y medio a los tres años:

Autoclasificación en una de las dos categorías sexuales: “yo soy como mi papá”, “yo soy como  mi mamá”. Supone no solamente un conocimiento social de la identidad sexual y de género de los demás, sino también un conocimiento de sí mismo/a.

A partir de los tres años:

Conocimiento de la identidad sexual y de género para definir con claridad sus preferencias y valoraciones: “este vestido no me lo pongo porque es de niñas”, “los niños son mas brutos”, etc...

El primer medio social que rodea al bebé son su padre y madre, así como el ambiente en que viven, siendo los primeros agentes de mayor prestigio en la construcción de su identidad, pero…  ¿CÓMO SE TRASMITEN LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO EN LA FAMÍLIA?

Antes del nacimiento del bebé, normalmente la familia ya está preparando una educación diferente si es niña y si es niño.
La habitación del bebé, el espacio para las primeras experiencias, se dispone de manera muy distinta para una niña y para un niño. 

-  La decoración: Si es niña, se utilizan el color rosa, los lazos, las flores, los volantes... Si es niño, se utiliza el color azul, los animalitos y adornos más serios. 

- Los juguetes: en la habitación de las niñas hay muñecas y juguetes domésticos (cocinas...). En la habitación de los niños, hay coches, materiales educativos, deportivos y animales. 


Desde que compramos el primer objeto de decoración estamos asignando al contenido de identidad de género, estableciendo diferencias entre niño y niña, llevándonos a fomentar, estimular y orientar a las niñas a las actividades domésticas y cuidados asistenciales y a los niños hacia actividades profesionales o fuera de casa. 

 Como la sociedad no está acostumbrada a educar en la igualdad, la publicidad, la televisión, los folletos de las tiendas e hipermercados, etc., anuncian los juguetes y la decoración en función del género, es decir, diferentes para las niñas y para los niños. 

VEAMOS DIFERENTES EJEMPLOS:

Si la niña o el niño está intranquilo
Si es niña, se interpreta que está nerviosa y se la acuna para tranquilizarla. Si es niño, se interpreta como deseo de jugar y se juega con él. 

¿Cómo nos comunicamos con la niña y el niño?
A la niña, se la llama “bonita”, “preciosa”... Generalmente se usan más diminutivos, caricias y sonrisas que refuerzan la “conducta femenina”. 
Al niño, se le llama “tragoncete”, “gamberrote”, “machote”... Generalmente se le habla menos que a las niñas, y se usan adjetivos que refuerzan la conducta viril.

¿Qué sucede con la forma de vestir?
Si es niña, se le viste con ropas y zapatos delicados, buscando lo decorativo.
Si es niño, se le viste con ropas y zapatos cómodos, buscando la funcionalidad.

El juego como medio de adquisición de estereotipos.
El juego simbólico, característico en las niñas y niños de edades comprendidas entre 3 y 6 años, juega un importante papel en esta imitación de modelos.

Los niños preferirán jugar a guerras, ser pilotos, bandidos, etc… elegirán como compañeros de juego a los de su mismo sexo, y si dejan intervenir a alguna niña, será víctima de un rapto, y los “valientes” compañeros la salvarán.



Los roles determinan acciones y comprenden las expectativas y normas que una sociedad establece sobre cómo debe actuar y sentir una persona en función de que sea mujer o hombre, prefigurando, así, una posición en la estructura social y representando unas funciones que se atribuyen y que son asumidas diferencialmente por mujeres y hombres.


Los roles femeninos son los relacionados con todas las tareas asociadas a la reproducción, crianza, cuidados, sustento emocional… y están inscritos, fundamentalmente, en el ámbito doméstico. Los roles masculinos están asociados a las tareas que tienen que ver con el productivo, el mantenimiento y sustento económico, principalmente desarrollados en el ámbito público.

 Estos elementos, que vertebran cada una de las identidades, exteriorizándose en conjuntos de comportamientos, en funciones y papeles sociales, denominados roles femeninos o masculinos, y se transmiten mediante las creencias sobre lo que deben ser y hacer mujeres y hombres, denominadas estereotipos.

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