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jueves, 20 de diciembre de 2012

Las relaciones con los demás.

Los padres suelen guiarse por pautas educativas específicas que se suelen aplicar de forma constante aunque pueden variar de un hijo a otro. La adopción de las pautas educativas depende de factores como las propias experiencias educativas de los padres, el carácter de los hijos y de los padres, las expectativas sobre los hijos y las ideas implícitas de los padres acerca del desarrollo y la educación. También aspectos externos como la clase social y el entorno cultural.

Los estilos educativos lograron definirse partiendo de observaciones de interacción entre niños de 3 a 6 años y sus padres. Parecía claro que existían dos grandes dimensiones: 

  1.  Por una parte, el control de los padres sobre sus hijos 
  2.  Por otra parte, el afecto que los padres proporcionan a sus hijos. 
En función de la combinación del nivel de control y de afecto que los padres emplean con sus hijos se han definido cuatro estilos educativos:

  • Democrático: Estos padres adoptan niveles altos en control y afecto. Proporcionan un entorno afectivo y comunicativo adecuado, son cariñosos. Crean un entorno con una alta expresividad emocional y están pendientes de sus hijos, pero a la vez mantienen bien delimitadas las normas y reglas que los hijos deben cumplir. Intentan que los niños cumplan las normas a través del diálogo, el razonamiento y el compromiso mutuo evitando el castigo físico y la imposición. Estos padres generan confianza mutua y tranquilidad interior, y las consecuencias de los niños son alta autoestima, creatividad y autoconfianza, alta competencia social, son alegres y espontáneos, y tienen mucha capacidad para tomar decisiones. 

  •  Autoritario: Estos padres ejercen altos niveles de control y manifiestan poco afecto. Se trata de padres excesivamente exigentes y severos en cuanto a la imposición y cumplimiento de normas. Suelen ser incuestionables y se utiliza el castigo cuando no se cumplen. No establecen buenas vías de comunicación con sus hijos, mantienen una relación distante y no crean un clima afectivo adecuado.
    El 60% de los comentarios a sus hijos es para darles órdenes. Exige un cumplimiento inmediato de la demanda "ahora mismo lo haces...". En general, son padres que fueron educados de la misma, o similar forma: "a la antigua", "con un látigo en la mano y con la otra el pan". 

  • Permisivo: Cuando el nivel de control es bajo pero el nivel de afecto es alto se emplea un estilo permisivo. Estos padres tienen interés en imponer normas de conducta a sus hijos. El nivel de exigencia de los padres es muy bajo y los niños pueden tomar decisiones o actuar sobre cuestiones que no les competen. No obstante, dado que el nivel de afecto es alto, mantienen buenas vías de comunicación con sus hijos. Este estilo puede traer como consecuencia inestabilidad y falta de equilibrio personal al no incorporar normas, baja autoestima personal, escasas habilidades sociales, nula planificación y trabajo, entre otras. 

  •  Indiferente: Estos padres presentan bajos niveles de control y de afecto. Este estilo es más dañino para los niños. Estos padres no proporcionan a sus hijos apoyo emocional, no crean un entorno afectivo adecuado y tampoco se preocupan por establecer límites ni normas de conducta. 


Parece que el mejor estilo para el desarrollo sano de los niños es el democrático, es decir, el que proporciona un adecuado clima afectivo en el que el niño se siente valorado y escuchado, pero que a la vez impone normas a su conducta y mantiene un alto nivel de exigencia en sus logros.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Estereotipos de género

Los estereotipos de género son formas de ubicar a la gente bajo una lista de características de acuerdo con su sexo.
En la sociedad es muy común encontrar estereotipos para cada uno de los sexos, es decir, agrupar a la gente bajo un listado de características según sean hombres o mujeres.
Con el tiempo los estereotipos se naturalizan, es decir se asumen como verdades absolutas respecto a cómo son los hombres y cómo son las mujeres. Con frecuencia se olvida cuestionar estos roles asignados y no se hace nada para cambiarlos.
El niño o la niña al nacer, es un ser indiferenciado, sin identidad personal, no distingue su propio yo de aquello que le rodea, será mediante la interacción con el medio como adquiera su propia identidad personal. 


Antes del año y medio:

Manifiestan preferencias según su sexo: reconocimiento de la existencia de dos tipos de vestidos, adornos, actividades, juguetes...

Desde el año y medio a los tres años:

Autoclasificación en una de las dos categorías sexuales: “yo soy como mi papá”, “yo soy como  mi mamá”. Supone no solamente un conocimiento social de la identidad sexual y de género de los demás, sino también un conocimiento de sí mismo/a.

A partir de los tres años:

Conocimiento de la identidad sexual y de género para definir con claridad sus preferencias y valoraciones: “este vestido no me lo pongo porque es de niñas”, “los niños son mas brutos”, etc...

El primer medio social que rodea al bebé son su padre y madre, así como el ambiente en que viven, siendo los primeros agentes de mayor prestigio en la construcción de su identidad, pero…  ¿CÓMO SE TRASMITEN LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO EN LA FAMÍLIA?

Antes del nacimiento del bebé, normalmente la familia ya está preparando una educación diferente si es niña y si es niño.
La habitación del bebé, el espacio para las primeras experiencias, se dispone de manera muy distinta para una niña y para un niño. 

-  La decoración: Si es niña, se utilizan el color rosa, los lazos, las flores, los volantes... Si es niño, se utiliza el color azul, los animalitos y adornos más serios. 

- Los juguetes: en la habitación de las niñas hay muñecas y juguetes domésticos (cocinas...). En la habitación de los niños, hay coches, materiales educativos, deportivos y animales. 


Desde que compramos el primer objeto de decoración estamos asignando al contenido de identidad de género, estableciendo diferencias entre niño y niña, llevándonos a fomentar, estimular y orientar a las niñas a las actividades domésticas y cuidados asistenciales y a los niños hacia actividades profesionales o fuera de casa. 

 Como la sociedad no está acostumbrada a educar en la igualdad, la publicidad, la televisión, los folletos de las tiendas e hipermercados, etc., anuncian los juguetes y la decoración en función del género, es decir, diferentes para las niñas y para los niños. 

VEAMOS DIFERENTES EJEMPLOS:

Si la niña o el niño está intranquilo
Si es niña, se interpreta que está nerviosa y se la acuna para tranquilizarla. Si es niño, se interpreta como deseo de jugar y se juega con él. 

¿Cómo nos comunicamos con la niña y el niño?
A la niña, se la llama “bonita”, “preciosa”... Generalmente se usan más diminutivos, caricias y sonrisas que refuerzan la “conducta femenina”. 
Al niño, se le llama “tragoncete”, “gamberrote”, “machote”... Generalmente se le habla menos que a las niñas, y se usan adjetivos que refuerzan la conducta viril.

¿Qué sucede con la forma de vestir?
Si es niña, se le viste con ropas y zapatos delicados, buscando lo decorativo.
Si es niño, se le viste con ropas y zapatos cómodos, buscando la funcionalidad.

El juego como medio de adquisición de estereotipos.
El juego simbólico, característico en las niñas y niños de edades comprendidas entre 3 y 6 años, juega un importante papel en esta imitación de modelos.

Los niños preferirán jugar a guerras, ser pilotos, bandidos, etc… elegirán como compañeros de juego a los de su mismo sexo, y si dejan intervenir a alguna niña, será víctima de un rapto, y los “valientes” compañeros la salvarán.



Los roles determinan acciones y comprenden las expectativas y normas que una sociedad establece sobre cómo debe actuar y sentir una persona en función de que sea mujer o hombre, prefigurando, así, una posición en la estructura social y representando unas funciones que se atribuyen y que son asumidas diferencialmente por mujeres y hombres.


Los roles femeninos son los relacionados con todas las tareas asociadas a la reproducción, crianza, cuidados, sustento emocional… y están inscritos, fundamentalmente, en el ámbito doméstico. Los roles masculinos están asociados a las tareas que tienen que ver con el productivo, el mantenimiento y sustento económico, principalmente desarrollados en el ámbito público.

 Estos elementos, que vertebran cada una de las identidades, exteriorizándose en conjuntos de comportamientos, en funciones y papeles sociales, denominados roles femeninos o masculinos, y se transmiten mediante las creencias sobre lo que deben ser y hacer mujeres y hombres, denominadas estereotipos.

martes, 4 de diciembre de 2012

Bullying y acoso escolar


EL BULLYING es definido de la siguiente forma:

El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas." 

CAUSAS.

Las causas de este fenómeno de bullying o acoso escolar son múltiples y complejas. Existen, en nuestra sociedad, ciertos factores de riesgo de violencia, como la exclusión social o la exposición a la violencia a través de los medios de comunicación:
-     
 
La familia.

A través de la familia se adquieren los primeros modelos de comportamiento, que tienen una gran influencia en el resto de relaciones que se establecen con el entorno.
Cuando los niños están expuestos a la violencia familiar, pueden aprender a ver el mundo como si sólo existieran dos papeles: agresor y agredido. Por ello, pueden ver la violencia como la única alternativa a verse convertido en víctima.
Una situación de maltrato del niño por parte de los padres contribuye a deteriorar la interacción familiar y el comportamiento del niño en otros entornos:
* Disminuye la posibilidad de establecer relaciones positivas.
* Se repite crónicamente, haciéndose más grave.
* Se extiende a las diversas relaciones que los miembros de la familia mantienen.
-        
La escuela.

Cuanto más grande es la escuela hay mayor riesgo de que haya acoso escolar, sobre todo si a este factor se le suma la falta de control físico, vigilancia y respeto; humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos.









Medios de Comunicación.




Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, nos exponen continuamente a la violencia, tanto real (telediarios) como ficticia (películas o series), y por eso son considerados como una de las principales causas que originan la violencia en los niños y jóvenes.

CONSECUENCIAS.

- Bajo rendimiento académico y fracaso escolar.
- Ansiedad y depresión.
- Sentimiento de culpabilidad.
- Autoconcepto negativo, baja autoestima y autodesprecio.
- Terror y pánico.
- Distimia (alteraciones del estado de ánimo, como la tristeza) y autolisis (ideación de suicidio).
- Inseguridad, alteraciones de la conducta y conductas de evitación; introversión, timidez, aislamiento social y soledad.
- Baja popularidad y a veces impopularidad.
- Baja apertura a las relaciones sociales y baja amabilidad.
- Baja satisfacción familiar.
- Baja responsabilidad; baja actividad y baja eficacia.
- Baja inteligencia emocional.
- Síndrome de Estrés Postraumático y flashbacks.
- Rechazo a la escuela.
- Ira.
- Manifestaciones neuróticas.
- Insomnio.
- Dolores físicos.
- Persistencia de síntomas a largo plazo y en edad adulta.
- En casos más extremos el suicidio.
- Normalmente suelen  cambiar de colegio.

Aquí pongo un ejemplo de bullying:



lunes, 3 de diciembre de 2012

Las nuevas tecnologías y los jóvenes


La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta relacionados con las nuevas adicciones.

Entre las señales de alerta que pueden indicarnos una adicción destacan las siguientes:

 Pérdida de tiempo de estudio, con o sin malos resultados académicos.
 Deterioro o menor dedicación a las relaciones interpersonales y a otras actividades de ocio.
 Incremento de las conductas que implican agresividad.
 Sufrir ansiedad, irritabilidad, incluso malestar físico en caso de no poder utilizar el objeto de la adicción.

La adicción a Internet

No hay duda de que Internet es un gran avance, que puede servir de ayuda a nivel académico y también social; el problema surge en el momento en que su uso se descontrola.
Para prevenir este uso inadecuado en jóvenes, es importante el papel de los padres a la hora de marcar los límites y permitir el uso de esta tecnología durante un tiempo prefijado ya que se puede empezar por buscar información para un trabajo y terminar sin esta información, puesto que el tiempo se ha perdido en un chat o por el Messenger.  



La adicción a videojuegos

Los videojuegos no sólo son divertidos, sino que estimulan la coordinación visomotora, el razonamiento deductivo, son buenos para la memoria a corto y largo plazo, mejoran el razonamiento abstracto, así como la atención y el autocontrol.


Una vez más, el problema surge cuando se hace un mal uso en cuanto a tiempo, dedicación o contenidos no apropiados para la edad del usuario. Por esta razón, se establecen unas edades propias para cada juego ya que en muchos de estos juegos hay mucha violencia y el niño puede sufrir trastornos y pueden observarse comportamientos agresivos.



La adicción al teléfono móvil

Actualmente la edad a la que se adquiere el primer móvil es cada vez más baja, fundamentalmente debido a que en estas edades se utiliza sobre todo para jugar,  escuchar música y enviar mensajes, y también porque poder comunicarse con los hijos en cualquier momento representa una tranquilidad para los padres.
Como en el resto de los casos, hay que alarmarse siempre y cuando se observen comportamientos y reacciones anómalas, siendo un buen marcador el consumo mensual, que en algunos casos es aconsejable limitar.


¿Cómo podemos proteger a los jóvenes y adolescentes de las adicciones?

La mejor protección es proporcionar una información clara y suficiente acerca de sus beneficios, pero también de los perjuicios y riesgos que implican.
Igualmente importante es controlar su uso, estableciendo unos límites y haciéndolo de forma tajante hasta que el joven vaya alcanzando su madurez y sea capaz de autoimponerse estos límites de manera natural, puesto que puede llegar a ser un grave problema para el bienestar del niño ya que es muy adictivo y surge la dependencia hacia él.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Hiperactividad y déficit de atención


¿Qué es la hiperactividad? 

Se denomina hiperactividad a un comportamiento que se caracteriza por la actividad excesiva y fuera de lo normal. Se trata de un trastorno de la conducta infantil que lleva al niño a no poder quedarse quieto.

Las características más destacables de la hiperactividad son:

- Incapacidad para estarse quieto y concentrarse en algo. Les suele costar mantener todo su cuerpo en relajación. Siempre están moviendo los pies, mordiéndose las uñas, etc.

- Normalmente es incapaz de acabar algo que requiera un mínimo de esfuerzo (a no ser que le guste mucho)

- Cuando habla se expresa con excesiva locuacidad. No puede esperar su turno e interrumpe con facilidad a los demás.
- Es muy impaciente y le cuesta estar sentado de forma relajada.

- Su impulsividad le lleva a precipitarse en la mayoría de sus acciones.



¿Qué es el déficit de atención?

Se trata de un trastorno caracterizado por una persistente falta de atención en múltiples situaciones, lo que trae como consecuencia que el niño o niña cambie frecuentemente de una actividad a otra

Las características más destacables del déficit de atención o TDA son:

* Tienen una gran dispersión mental y se distraen muy fácilmente.

* Les cuesta entender las cosas de un modo claro y rápido. Parece que nunca entienden las órdenes al cien por cien.

* Cualquier tarea que implique mucha atención o concentración les supone un esfuerzo titánico que no siempre son capaces de mantener hasta el final.

* Dificultad para organizarse.

* Son muy distraídos y se olvidan rápidamente de las cosas si no las han entendido claramente. Siempre recuerdan las cosas...más o menos.

¿Qué tienen en común? 

La hiperactividad y el déficit de atención o TDA tienen en común que a ambos les cuesta mantener la atención y pueden presentar dificultad para seguir sus estudios.
En la vida cotidiana les cuesta seguir una rutina y seguir las órdenes o pautas de forma continuada.

¿En qué se diferencian? 

La hiperactividad y el déficit de atención o TDA se diferencian en que en el caso de la hiperactividad es problema es por impulsividad o precipitación y, en cambio, en el déficit de atención o TDA es por falta de concentración.








martes, 27 de noviembre de 2012

Apego: situación extraña


Para entender este apartado, empezaré con una definición de apego: 
El apego se refiere a un vínculo específico y especial que se forma entre madre-infante o cuidador. El vínculo de apego tiene varios elementos claves:
   1) Es una relación emocional perdurable con una persona en específico.
   2) Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer.
   3) La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una intensa ansiedad. Los investigadores de la conducta infantil entienden como apego la relación madre-infante, describiendo que esta relación ofrece el andamiaje funcional para todas las relaciones subsecuentes que el niño desarrollará en su vida.

La “situación extraña” es un proceso de laboratorio que implica estudiar al niño en su interacción con la madre y con un adulto (extraño) en un entorno no familiar. 

Esta investigación fue desarrollada en 1960 por Ainsworth como parte de un estudio longitudinal del proceso de apego.
Se realiza con niños generalmente a partir de unos 12 meses de edad, momento en que la relación debe estar claramente establecida.
Está diseñada para comprobar la calidad de la relación entre el bebé y su cuidador/a o madre, por lo que durante la observación es de especial interés las reacciones del niño al separarlo de la madre y cuando vuelve a reunirse con ella.

Número de
episodio
Personas

presentes

Duración

Breve descripción de la acción
1
Madre y niño
30 segundos
El experimentador introduce a la madre y al niño en la sala y se va.

2
Madre y niño
3 minutos
La madre se sienta mientras el niño juega con los juguetes.

3

Madre, niño y extraño.
3 minutos
El extraño entra, se sienta y habla con la madre.
4
Extraño y niño
3 minutos o menos.*
La madre se va de la sala. El extraño responde a las iniciativas del bebé y trata de calmarlo en el caso de que éste se enfade.

5
Madre y niño
3 minutos o más
La madre vuelve, saluda al niño y si es necesario le consuela
6
El niño solo
3 minutos o menos.*
La madre se va de la sala.

7
Extraño y niño
3 minutos o menos. *
El extraño entra en la sala e intenta consolar al niño.

8
Madre y niño
3 minutos.
La madre vuelve, si es necesario lo consuela y trata de que el niño vuelva a interesarse por los juguetes.

Al terminar la observación se siguen tres pautas para describir a los bebés que han pasado por este procedimiento:

· Pauta A.-
Los bebés incluidos en esta pauta se describen como inseguros- rehuyentes. Muestran poca angustia ante la separación y cuando la madre vuelve tienden a evitarla. Este caso se dio en un 25% de los bebés que se observaron.

· Pauta B.-
Se consideran que tienen un apego seguro con la madre. Se sienten lo suficientemente seguros para explorar libremente durante los episodios antes de la separación.
Muestran angustia cuando la madre se va y reaccionan con entusiasmo cuando vuelven. Esta pauta se dio en 65% de los bebés.

· Pauta C.-
Se denominan inseguros-ambivalentes. El bebé da muestra de angustia a lo largo de todo el procedimiento, especialmente durante la separación. Las reuniones con quien le cuida producen una mezcla de liberación al verlo y enfado dirigido a él. Esta pauta se dio sólo en un 10% de los bebés.


A continuación pongo un vídeo en el que se refleja la situación anterior: 





Y finalmente pongo otro enlace con más información sobre el apego: 

http://www.buenostratos.com/2008/08/hijos-adoptivos-y-apego-desorganizado.html

lunes, 26 de noviembre de 2012

El amor materno condicionado



Harry Harlow fue un psicólogo americano conocido por sus investigaciones sobre la privación maternal y el aislamiento en crías de mono rhesus. Sus experimentos demostraron la importancia de la afectividad y la compañía durante las primeras etapas de desarrollo de los primates.

Harry Harlow, en el laboratorio de primates de la Universidad de Wisconsin, buscaron crear un ambiente lo más natural posible para la reproducción y crianza de monos. Durante décadas, a través de estos primates observaron y registraron tanto el desarrollo “normal”, como otras variantes introducidas por ellos. Las manipulaciones más usadas fueron las privaciones: la ruptura artificial de los vínculos afectivos con la madre.

El propósito de Harlow reside en explicar cómo influye en el comportamiento ulterior, un deficiente vínculo afectivo en las primeras etapas del desarrollo.

El experimento era bastante sencillo. Harlow cogía a unos monos rhesus bebés y les daba a elegir entre dos madres artificiales. Se trataban de modelos semejantes a una mona adulta para que el bebé tratara de creer que era su madre. Una de ellas simplemente estaba cubierta de felpa. La otra, simplemente estaba cubierta de barrotes de hierro pero tenía un biberón con leche.

Cuando el experimento comenzó, los resultados fueron abrumadores ya que los monos preferían el contacto de felpa materno, que el de hierro, aunque éste tuviera leche. Los pequeños monos preferían agarrarse a la madre de felpa buscando su contacto y protección que acercarse a la madre de hierro para tomar leche. Cuando la sensación de hambre era ya insoportable, iban corriendo a la madre de hierro, tomaban la leche suficiente y volvían corriendo a agarrarse a la madre de felpa.
Más tarde, se comprobó con otro artilugio que cuando se trataba de asustar a los monos, salían corriendo a buscar refugio en la madre de felpa.

Con ese experimento y otros más que se realizaron posteriormente en monos, quedó claro que en ellos era principalmente importante el contacto materno para su desarrollo, y que su principal comportamiento estaba dirigido a buscar y solicitar esa atención materna tan necesaria para ellos.